viernes, 31 de diciembre de 2010

LA ENERGIA SEXUAL KUNDALINI

Carlos Mora Vanegas
La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. Thomas Chilmers
Se sabe, que Kundalini es la energía total que el Hombre posee. y que se encuentra dormida en la base de la columna vertebral.
 Nos aporta publispain.com/yoga/kundalini.html, que Kundalini Sakti, la energía "femenina" enrollada y adormecida, es el vasto potencial de energía psíquica presente en todos nosotros. Normalmente se simboliza como una serpiente enrollada tres veces y media, con su cola en la boca y girando en el axis central (sacro o hueso sagrado) en la base de la columna. El despertar de esta serpiente y la manifestación de sus poderes es un objetivo primordial de la práctica de Kundalini Yoga.
Se dice que las técnicas básicas evolucionaron en los monasterios de la India y el Tibet a lo largo de un periodo de miles de años. Allí los rishis probaron y perfeccionaron sistemáticamente los movimientos precisos, las posturas, sonidos y respiración que activan distintas partes del cuerpo y el cerebro para producir resultados específicos.
Y si bien estas definiciones son clásicas de los autores que no han querido en algunos casos revelar la verdadera esencia de Kundalini, y por otra parte de los pseudo-maestros que no saben nada por experiencia, sino por interpretación, nosotros debemos alzar la experiencia real de los siglos de práctica sobre la farsa escrita sobre tal materia, y apoyarnos en la luz de los textos básicos que datan de fechas inmemorables.
 Se nos señala además, que el despertar de Kundalini viene cuando nosotros miramos hacia el Alma y no hacia el cuerpo, ya que Kundalini no está en el cuerpo, no avanza en el cuerpo

Kundalini es la Mente, la Mente que cargada de energía conciente que viene del manantial de los Chakras, viaja hacia senderos ignotos, hacia un Universo sin forma, sin columna vertebral, sin fin...
En el entrenamiento Iniciático la conciencia del cuerpo debe quedar abolida para que pueda quedar lugar para la manifestación de la energía Cósmica, las energías deben pasar por la conciencia y no por el cuerpo, en esta labor la atención debe enfocarse en la conciencia, el órgano sutil de la energía.
La suma general de la energía que le permite a los seres pensar y moverse en el Universo, no es sino el mismo soplo que arranca las tormentas y mantiene en armonía el Universo.
Y esta energía de una conciencia dormida en el individuo, lo limita a una acción basada en condicionamientos, mientras que el despertar por la conciencia le permite una clase de acción que comunica a cada movimiento la manifestación de esta energía que no muere nunca.
El ascenso de la conciencia por la toma de la energía de los Chakras elevados al nivel del Alma, es el poder que produce el fulgor de la conciencia del Ser y su unión con el Universo.

La energía kundalinī subiría verticalmente por medio del fluido espinal, a través de la columna vertebral, atravesando todos los chakras y alimentaría el cerebro, modulando su actividad. Sería una energía evolutiva, y según el grado de activación en el individuo, condicionaría su estado de conciencia.
La serpiente tiene su base en el mūlādhāra, enrollada tres veces y media alrededor de él, y allí se encuentra, normalmente, dormida. De modo que, tras obtener la apertura de los chakras, puede ser despertada con técnicas como el tantra y el kundalinī yoga. La finalidad del kundalinī yoga es, por tanto, despertar a la serpiente y desenroscarla, dirigiéndola hasta el Sahasrara (el chakra superior) para unir cuerpo y espíritu, en un intento de integrar los dos principios, habitualmente opuestos, de materialidad y espiritualidad, fusionando sus energías dentro de un cuerpo humano individual. En términos tántricos estos principios serían Shivá (el principio masculino o conciencia) y Śakti (principio femenino o energía).
Para llegar a este estado, la serpiente kundalinī deberá atravesar 3 nudos principales:
El primero es el nudo de Brahman, en el primer chakra. El segundo es el nudo de Vishnú, en el chakra del corazón. El tercero es el nudo de Shivá en el entrecejo. En cada uno de estos sitios, las tres corrientes de energía se juntan, se anudan y se enredan en un reino.
En la medida en que la conciencia penetra el primer nudo, se empiezan a soltar los apegos a todas las sensaciones, los nombres y las formas de las cosas. Se establece una nueva relación con los sentidos y las sensaciones que se perciben a través de ellos. Antes de penetrar este nudo, cada sensación atrapa la mente, la cautiva, la distrae y para el practicante es difícil meditar o estar quieto. Todas las meditaciones que estimulan el punto del ombligo preparan el fuego que hace arder esa barrera y permite despertar más allá de su umbral.
Finalmente, se llega a la tercera puerta, en el sexto chakra. Este nudo está más allá de los cinco elementos naturales. Es donde se entrelazan ida, pingala, shushumna y los demás nadis (ríos) Cuando se abre, la respiración se equilibra temporalmente en ambos orificios nasales y lleva más allá del sentido del tiempo y de la identidad terrenal. Entonces se dice que el trikuti, los tres ríos, te convierten en un tri kala jñā (el que conoce los tres tiempos [el pasado, el presente y el futuro]). El yogui ya no actúa sólo para este tiempo sino para todos los tiempos. Si el nudo sigue apretado, el practicante puede obtener poderes sobrenaturales, pero estará apegado a ellos.
Según algunas religiones orientales, cuando un ser humano llegara al máximo desarrollo y activación de esta energía, conseguiría la iluminación, estado evolutivo en que se trascendería el ego y se desarrollaría la supraconciencia y el amor universal.

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