jueves, 25 de agosto de 2011

BUDISMO TANTRICO

Carlos Mora Vanegas

Uno mismo hace el mal, uno mismo lo sufre; uno mismo se aparta del mal, uno mismo se purifica. Pureza e impureza son cosas de uno mismo, nadie puede purificar a otro. Buda
Mucho se ha comentado sobre el alcance, origen, repercusiones que se  alcanzan con el Budismo Tantrico y no es de extrañarnos como lo comenta hipernova.cl, que para muchos eruditos europeos el Tantra representó siempre un Budismo degenerado, que había perdido su carácter filosófico abstracto tan bien estructurado, para ser reemplazado por brujerías y costumbres inmorales; el budismo perdía para ellos, con el Tantra, la exhaltación de la pobreza o la defensa de la castidad, reemplazadas por la adoración de los dioses de la riqueza y por prácticas sexuales que se suponía conducían a la salvación. El Tantra dista mucho de ser un budismo degenerado; es más bien el resultado de su evolución, quizás su resultado final; la inmoralidad liberadora que a veces propone el Tantra no es una degeneración, sobre todo porque las inmoralidades no nacen del hombre común sino de los santos y gurúes. El Tantra ofrece principalmente dos metas: el éxito (siddhi) para alcanzar la iluminación total en esta vida, y el éxito para obtener riqueza y poder; se ocupa entonces del espíritu sin por ello olvidar el cuerpo, o en otras palabras, logra integrar la espiritualidad exitosa al mundo y lo cotidiano, haciéndolo también exitoso. Propone para ello algunas vías, recurriendo con frecuencia a encantamientos y rituales mágicos. Se hace fuerte desde el 500 d.C., pero sus fuentes son muy antiguas puesto que uno de los dos pilares que sostienen su doctrina es el pilar de la magia; es una fusión de las prácticas mágicas con la filosofía budista. Existe una literatura muy abundante que proviene de fuentes Tántricas, que por lo general es muy inclinada al secreto, intencionalmente oscura. Como en el hinduismo, el Tantra se dividió en dos ramas principales: el Tantra de la mano izquierda (principio femenino) y el de la mano derecha (principio masculino). El Tantra de la mano izquierda está relacionado con el Shivaísmo y con el shaktismo, derivado del primero. Shakti es la fuerza creadora o potencia de un Dios representado por su esposa: la mujer de Shiva, Parvati o Uma, era la Gran Diosa o Madre; en el Shaktismo cada divinidad tiene dos lados, uno maligno y otro benigno. Varias de las deidades femeninas hindúes fueron entonces incorporadas al shaktismo budista, o Tantra de la mano izquierda. Estas dos grandes ramas del Tantra generaron una gran profusión de sectas, pero siempre fueron dos las más importantes e influyentes: la Vajrayana (mano izquierda) y el Mi-tsung (Escuela de los secretos; mano derecha).
Por su parte, nos señala religionbudista.idoneos.com  que  el camino de Tantra surgió en el siglo VI y se fundamenta en los textos sagrados conocidos como Tantras. Emplea la meditación, el ritual, el simbolismo y la magia, esta última no pertenece a las enseñanzas del Buda pero fue incluida porque el Tantra se considera una vía más rápida para alcanzar la naturaleza del Buda que el camino de los bodhisativas
El Tantra trata de llevar a la práctica la continua conexión entre todos los estados y conexiones humanas, incluso algunos considerados como impuros o peligrosos, todo es naturaleza de Buda si se considera y se hace la adecuada experiencia. Por lo tanto, la oposición de amor y deseo, odio y rechazo. Se disuelven al pensar que todos los estados son igualmente la indiferenciada naturaleza de Buda y no tienen características reales en sí mismos. Las formas que el Tantra usa son los mantras, poderosos sonidos sagrados que son conocidos como el mantrayana
Nos indica además, .galeriatantra.com.ar  que  el Tantra intenta experimentar la interrelación o conexión entre todos los estadíos y comunicaciones humanas porque todo es naturaleza de Buda, con la experiencia adecuada.
Los opuestos complementarios como amor y odio se disuelven en la naturaleza indiferenciada del Buda y carecen de realidad en sí mismos.
Edward Conze  nos comenta, que el Tantra no es realmente una creación nueva, sino el resultado de la absorción de creencias primitivas en la tradición literaria, y de su mezcla con la filosofía budista.  La literatura tántrica del budismo es muy abundante, y en gran parte inexplorada.  Se ha traducido relativamente poco, y el lenguaje de los textos es difícil y oscuro, frecuentemente en forma intencionada.  Al igual que los indios, los budistas distinguen un Tantra “de la mano derecha” y otro “de la mano izquierda”.  En el hinduismo los dos grupos se distinguen por el hecho de que los “observadores de la mano derecha” (dakshinacarins) dan mayor importancia al principio masculino en el universo, y los “observadores de la mano izquierda” (vamacarins) al principio femenino. En el budismo, la diferencia entre los dos radica sobre todo en su actitud frente al sexo.  Conviene reservar el término “shaktismo” para el Tantra de la mano izquierda.  El shaktismo indio está asociado con el shivaísmo. Efectivamente, las doctrinas Shaiva tuvieron una gran influencia en el shaktismo budista: Una Shakti es la energía creadora o “potencia” de una divinidad, personificada como su esposa o consorte…
tantrasivaita.com nos indica por su parte que, alrededor del siglo V de nuestra era surgió en la India una nueva variedad de Budismo. Se llamaba Vajrayana, vehículo del diamante o Budismo Tántrico. Es la filosofía que influencia Tíbet, Bután, Nepal, Ladakh, y Mongolia. La filosofía Mahayana es la razón fundamental del Vajrayana, aunque éste utilizaba una nueva técnica para alcanzar la salvación: el Tantra. La doctrina tibetana reconoce tres caminos para alcanzar la meta final del Budismo.
Los métodos tienen en cuenta los diferentes niveles de preparación espiritual de los practicantes. El primero de estos métodos es el Hinayana o Theravada, el cual lleva al devoto, a través de su autodisciplina, al objetivo de la autoemancipación. Muchos monjes practican esta disciplina. El segundo es el Mahayana, que es el camino que lleva al discernimiento filosófico para la misión de salvar a otros. El tercero es el Vajrayana, camino de ritos Tántricos y meditaciones místicas. En un nivel superior, se asumen los tres caminos como escalones para llegar al ekayana, vehículo único.
Los Lamas dedican gran parte de su vida a estudiar los primeros dos vehículos antes de considerarse preparados para abordar los Tantras: que explican los rituales, la meditación mística y la magia, que puede llevar a la Sabiduría Suprema en la presente vida. Aún así, necesitan la guía de los grandes maestros para acceder a este grado tan sublime de Sabiduría. Los tres caminos han hecho de Tíbet un auténtico océano vivo del Budismo. Tiene cuatro linajes considerados principales aunque existen mas de 20 subdivisiones menores con enseñanzas y tradiciones igualmente importantes. El linaje es muy importante en el Budismo Tibetano, ya que garantiza que las enseñanzas estén vivas, es decir, que se han transmitido de maestro a discípulo desde tiempos de Buda y que siempre se ha hecho de forma pura, realizando completamente su comprensión.
*fuentes de información debidamente señaladas


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