jueves, 25 de agosto de 2011

LA RUEDA DEL SANSARA

Carlos Mora Vanegas
Al que vive consciente de las impurezas, con los sentidos refrenados, moderado en la comida, lleno de fe, lleno de sustentadora energía, a ese Mara no lo derribará, como el viento no derribará a la montaña. Buda
Resumen
Es un tema muy interesante de ser abordado por lo que representa y que ha sido motivo de interés en las enseñanzas de oriente a fin de considerar lo que representa nuestra vida por esta dimensión y una vez que la dejemos no volver a ella,
Lo cierto, como lo comenta C. George Boeree el Samsara es este mundo lleno de dolor y tristeza tal como lo conocemos. Todos los seres de este mundo están sujetos a la ley del karma. Karma significa acto volitivo, es decir, algo que uno hace, dice o piensa y que de hecho está bajo su control. Todos los actos de este tipo tienen consecuencias morales llamadas vipaka, que significa fruto. En el Budismo tradicional, estas consecuencias pueden ocurrir en esta vida o en una vida futura.
Palabras claves
Renacimiento, karma, reencarnación
Consideraciones básicas, anotaciones, alcance
 Sobre el tema, nos aporta absolum.org, que  Samsara deriva del sánscrito 'samsarí'. La segunda parte de la palabra “sara” significa “ir”, “seguir” o “mover” y el prefijo “Sam-“ implica algo que es “lo mismo”, “junto a”, “conjunto” o “totalidad”. Esto tiene referencia a que Samsara se considera una ronda interminable de trasmigración – de nacer, morir y volver a nacer. Significa 'fluir junto', 'pasar a través de diferentes estados', 'vagabundear'. La persona sujeta al samsara se llama samsari.
Sansara también se califica como un estado de “auto-engaño “o ignorancia de la realidad de las cosas. En particular ignoramos (en ambas acepciones del verbo ignorar) que el mundo es insatisfactorio, perecedero e insustancial.
 Por otra parte comenta Wikipedia, que Samsāra es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación (renacimiento en el budismo) en las tradiciones filosóficas de la India; hinduismo, budismo, jainismo, bön y sijismo.
Según estas religiones, en el transcurso de cada vida, el karma (acciones hechas para bien o para mal) determina el destino futuro de cada ser en "el proceso del llegar a ser" (evolución o devolución). Este proceso cíclico termina con el logro del moksha.
Según el hinduismo, si uno vive de manera extremadamente malvada, uno renace como un animal u otro ser desafortunado
Nos agrega C. George Boeree, que la mayoría de los budistas creen en el renacimiento. Para muchos, el renacimiento no es diferente de la creencia de los hinduistas, por ejemplo, en la reencarnación o en la transmigración de las almas (pasar del viejo cuerpo que muere a uno que acaba de nacer o de ser concebido). Con un poco más de precisión, sin embargo, el renacimiento no es más que la transmisión del propio karma. Buda lo comparaba con la llama que pasa de una vela a otra. Así pues, la idea de un alma inmortal, de una personalidad continua, no es de ningún modo una parte del concepto del renacimiento.
Muy interesante la  posición del hinduismo sobre el Sansara, es visto como mera ignorancia de la verdadera naturaleza del ser: no hay diferencia entre el alma (el yo) y Brahman (lo divino). Debido a avidya ('ignorancia', lo contrario de vidya) el alma cree en la realidad del mundo temporal y fenoménico, lo que lleva a la confusión de creer que el cuerpo es el yo. Ese estado de ilusión es conocido como māyā. Según el hinduismo personalista el samsāra es generado por el deseo del alma de disfrutar aparte de la Divinidad y sus allegados.
Para el Budismo, Se corresponde con el sufrimiento, propio del mundo material, del que los seres humanos son los únicos seres reencarnados capaces de distanciarse, mediante la liberación, y, posteriormente, de separarse, mediante el nirvana. El tiempo necesario para liberarse del samsara depende de las prácticas espirituales y del karma acumulado en vidas anteriores.
Se dice también que el tiempo necesario para escapar del samsara depende de la dedicación a las prácticas espirituales y del karma  acumulado desde vidas anteriores.
Por su parte buenastardes.com comenta sobre el tema, que el Samsara es la rueda de nacimientos y muertes a que estamos sujetos inevitablemente si no nos decidimos a transformarnos.
La autentica meta final de los estudios esotéricos   es alcanzar la autorrealización intima del SER, pero antes debemos pasar por múltiples procesos evolutivos e involutivos, y así mismo se desenvuelve toda la humanidad y el planeta mismo; solo que existen diferentes factores de tiempo para cada cosa.   El estado humano es a donde llegamos después de evolucionar desde el reino mineral, vegetal, animal y finalmente humano, pero a este humano, no lo podemos llamar verdaderamente humano, pues por dentro llevamos mucho de inhumano.   En lenguaje esotérico hablaremos de humanoide, pues como dijo Nietzsche "El hombre es solo un puente tendido entre el animal y el super-hombre
".
absolum.org  nos señala que, la Rueda de la Vida tibetana representa el Samsara. En el centro, hay un gallo cazando a un cerdo que caza a su vez a una serpiente que trata de cazar al gallo, es decir, el deseo, el odio y la ignorancia. Alrededor de ellos hay personas ascendiendo el semicírculo blanco de la vida, junto a otras que descienden el semicírculo negro de la muerte. La mayor parte de la Rueda está dedicada a la representación de seis reinos: el reino de los dioses, el reino de los titanes, el reino de los humanos, el reino de los animales, el reino de las almas en pena y el reino de los demonios, cada reino presidido por su propio boddhisattva. La parte más exterior del círculo la componen los doce pasos del origen dependiente. La Rueda al completo está sujetada por Yama, el Señor de la Muerte.
Conclusión
No olvidemos como lo señala absolum.org, que todos los seres de este mundo están sujetos a la ley del karma. Karma significa acto volitivo, es decir, algo que uno hace, dice o piensa y que de hecho está bajo su control. Todos los actos de este tipo tienen consecuencias morales llamadas vipaka, que significa fruto. En el Budismo tradicional, estas consecuencias pueden ocurrir en esta vida o en una vida futura.
La mayoría de los Budistas creen en el renacimiento. Para muchos, el renacimiento no es diferente de la creencia de los Hinduistas, por ejemplo, en la reencarnación o en la transmigración de las almas (pasar del viejo cuerpo que muere a uno que acaba de nacer o de ser concebido). Con un poco más de precisión, sin embargo, el renacimiento no es más que la transmisión del propio karma. Buda lo comparaba con la llama que pasa de una vela a otra. Así pues, la idea de un alma inmortal, de una personalidad continua, no es de ningún modo una parte del concepto del renacimiento.
*Fuentes debidamente señaladas

No hay comentarios:

Publicar un comentario