miércoles, 19 de enero de 2011

EL DEVACHAN







Carlos Mora Vanegas

No os quejéis, no lloréis, no oréis; abrid vuestros ojos y ved. La luz os pertenece, tan solo tenéis que proceder a quitar la venda de vuestros ojos y mirar. Es tan maravilloso, tan bello, tan lejos de lo que cualquier hombre ha podido soñar pedir en sus oraciones y, es para siempre, para siempre". Maestro budista
Nuestro tránsito por esta dimensión, concretamente en este planeta Tierra siempre ha sido motivo de investigación, de estudios, de encontrar repuestas que nos den destellos capaces de  obtener información de  por qué  nos manifestamos por un determinado tiempo y  más, cuando sabemos que en una hora determinada, año específico, lugar preciso debemos dajar nuestro cuerpo físico y retornar de donde venimos.
 Al respecto de todo ello se ha escrito  bajo distintas percepciones, aportaciones de quienes le ha interesado lo que representa, como la Teosofía , los Gnósticos.  
 Justamente, un tema muy interesante, inquietante es todo lo que concierne con  el Devachan ; al respecto nos indica phx-ult-lodge.org/ca14.htm, que el estado de Devachán, una palabra Sánscrita que significa literalmente "el lugar de los dioses", donde el alma goza de plena felicidad; pero como los dioses carecen de cuerpos como los nuestros, el Yo impersonal en Devachán está desprovisto de cuerpo mortal.
En los libros antiguos se ha dicho que este estado perdura "por un número infinito de años", o "por un período proporcional a los méritos del ser"; y cuando las fuerzas mentales peculiares a ese estado han sido agotadas, "el ser es atraído nuevamente hacia la tierra para renacer en el mundo de los mortales". El Devachán es por tanto un intermedio entre nacimientos en la tierra. La ley del Karma, que obliga a todos los seres en evolución a reencarnar en la tierra, siendo incesante en su funcionamiento y universal en su alcance, también actúa sobre el ser en Devachán, pues solamente por la fuerza u operación del Karma somos sacados del Devachán. Este proceso se asemeja a la presión atmosférica, que siendo continua y uniforme expulsará o aplastará todo lo que esté sujeto a ella, a menos que haya una fuerza atmosférica opuesta que compense y neutralice su presión. En el caso presente, el karma del ser es la atmósfera que continuamente lo impulsa hacia dentro o hacia fuera, de un estado a otro; la fuerza atmosférica neutralizante es la fuerza de los pensamientos y aspiraciones del ser durante su vida; la que impide la salida del ser del estado de Devachán hasta que ese impulso haya sido extinguido, pero que una vez gastado pierde todo el poder para detener el decreto del mortal destino que nos hemos auto-creado
Nos agrega la fuente de información señalada, que la necesidad de este estado después de la muerte es una de las necesidades de la evolución, emergiendo de la naturaleza de la mente y del alma. La naturaleza misma de Manas requiere un estado devachánico tan pronto como el cuerpo físico es descartado, y es simplemente el efecto producido por la pérdida de los límites impuestos a la mente por sus ropajes físicos y astrales. Durante la vida no podemos sino hasta cierto punto ejecutar los pensamientos que a cada instante sobrevienen a la mente, y menos aún podemos agotar las energías psíquicas generadas por los sueños y aspiraciones diarias. La energía así generada no se pierde ni se aniquila, sino que se acumula en Manas, pero el cuerpo físico, el cerebro y el cuerpo astral, no permiten el pleno desarrollo de esta fuerza. Por lo tanto, retenida latente, hasta la muerte, esta energía se liberta entonces de sus ya flojas ataduras y sumerge a Manas, el pensador, dentro de la expansión, uso y desarrollo de la fuerza mental creada durante la vida. La imposibilidad de escapar de este necesario estado, yace en la ignorancia del hombre de sus propios poderes y facultades. De esta ignorancia surge lo ilusorio, y como Manas no está plenamente emancipada es arrastrada por su propia fuerza hacia el pensar Devachánico. Pero mientras la ignorancia es la causa que nos lleva a este estado, el proceso entero es reparador, sosegado y beneficioso, porque si el hombre ordinario retorna de inmediato a un nuevo cuerpo en la misma civilización que acaba de abandonar, su alma estaría totalmente exhausta y privada de la oportunidad necesaria para el desarrollo de la parte superior de su naturaleza.
Ahora el Ego desprovisto del cuerpo mortal y de Kama, se viste en Devachán con un ropaje que no puede ser calificado como cuerpo, pero que puede ser llamado instrumento o vehículo, y en él funciona en la esfera devachánica enteramente sobre el plano de la mente y del alma. Entonces todo parece al ser tan real como nos parece este mundo. Simplemente el Ego tiene ahora la oportunidad de erigir para sí su propio mundo, sin ser obstaculizado por las vallas de la vida material. Su estado puede ser comparado al del poeta o del artista que, ensimismado en el éxtasis de su composición, o en el arreglo de colores, permanece insensible al transcurso del tiempo o a las cosas del mundo.
Cabe señalar, que  en el Devachán , el tiempo no existe. El alma disfruta de todo el beneficio de lo que sucede dentro de sí misma en ese estado, pero no entra en especulación alguna respecto al transcurso de los momentos; todo está hecho de eventos; mientras tanto la órbita solar va marcando los años nuestros sobre el globo terrestre. Esto no puede ser considerado como una imposibilidad si recordamos cómo, según es bien conocido en la vida, los sucesos, imágenes, pensamientos, argumentos, sentimientos introspectivos, pasarán todos frente a nosotros en un instante, como es bien conocido por los que han estado a punto de morir ahogados, en cuyo incidente los eventos de una vida entera pasan como un relámpago frente a los ojos de la mente. Pero el Ego permanece, según se ha dicho ya, en Devachán por un período de tiempo proporcional a los impulsos psíquicos generados durante la vida.
En Devachán se experimenta un agotamiento gradual de fuerzas. La permanencia en Devachán es proporcional a los inagotados impulsos psíquicos generados durante la vida terrestre. Esos seres cuyas acciones fueron predominantemente materialista, serán atraídos más pronto hacia el nacimiento por la fuerza de Tanha". Tanha es el ansia o sed de vivir. Por tanto, aquél que no haya generado durante su vida muchos impulsos psíquicos, no tendrá mayor base o fuerza en su naturaleza esencial para alimentar y mantener sus principios superiores en el Devachán. Casi todo lo que tendrá serán esos impulsos generados durante su infancia antes de que comenzara a fijar sus pensamientos en conceptos materialistas. La sed por la vida, expresada por la palabra Tanha, es la fuerza atrayente o magnética que reside en los Skandas inherentes a todos los seres.
En definitiva, nos indica la fuente señalada, que cuando el período completo asignado por las fuerzas del alma ha concluido en Devachán, los hilos magnéticos que atan el alma a la tierra comienzan a ejercer su poder. El Yo despierta de su sueño, es velozmente guiado hacia un nuevo cuerpo, y, entonces, justo antes del nacimiento, el Ego ve por un instante todas las causas que le condujeron al Devachán y de regreso a la nueva vida a punto comenzar, y sabiendo que es todo justo y sólo el resultado de su propio pasado, el Ego no se lamenta, sino que otra vez toma su cruz...y otra alma ha regresado a la tierra.
Por otra parte muy interesante lo que nos aporta sobre el Devachán rincondedios.com/teosofia.htm,  que es otra forma de pensar sin un cuerpo que la aprisione. Sólo dos campos para la operación de causas subjetiva y objetiva. El Devachán es uno. Allí no existe el tiempo para el alma. Largo de la estadía. Las matemáticas de alma. Promedio de estadía, unos 1500 años. Depende de impulsos psíquicos generados durante la vida. Su uso y propósito. El Devachán definido por los últimos pensamientos antes de morir. El Devachán no carece de significado. ¿Veremos a los que dejamos atrás? Traemos sus imágenes con nosotros. Entidades en el Devachán tienen poder de ayudar aquéllos a quienes aman. Los médium no pueden llegar al Devachán excepto en raros casos de persona muy pura. Sólo los adeptos pueden ayudar a aquéllos en el Devachán.
labrujitademargarita.blogspot.com nos recuerda, que el sueño del Devachán perdura hasta que el karma ha sido satisfecho en ese sentido. En Devachán se experimenta un agotamiento gradual de fuerzas. La permanencia en Devachán es proporcional a los inagotados impulsos psíquicos generados durante la vida terrestre. Esos seres cuyas acciones fueron predominantemente materialista, serán atraídos más pronto hacia el nacimiento por la fuerza de Tanha".

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