domingo, 23 de enero de 2011

LA AYUDA HUMANITARIA


Carlos Mora  Vanegas

Ayuda a tus semejantes  a levantar su carga, pero no a llevarla. Pitágoras
Qué importante es para el crecimiento espiritual el que sepamos identificarnos con la ayuda, con la colaboración, especialmente cuando alguien la necesita, no importa si es un extraño, que no nos una ningún lazo familiar,  desde luego,  mucho más cuando esto es así.
 El alcance, beneficios en nuestro crecimiento se da cuando se presenta la gran oportunidad de ayudar y más, cuando podemos hacerlo, sin que ello no nos afecte en nada. Todo lo  contrario, son acciones que perduran, que activan el que las personas se liberen del egoísmo, del rencor, odio, envidia y todos esos males que evitan nuestra evolución espiritual.
 Al respecto, caben las preguntas como: ¿Es usted colaborador? ¿Proporciona ayuda cuando alguien lo requiere? ¿Qué se lo impide? ¿Por qué se niega a brindar ayuda?, serían algunas que invitan a determinar el alcance e importancia de cultivar la ayuda, ayuda que en cualquier momento usted mismo la habrá necesitado alguna vez.
Día a día se manifiestan hechos alarmantes, catastróficos en e el planeta Tierra, desde terremotos, guerras, inundaciones, cataclismos, terrorismo, enfermedades, por mencionar algunos y en donde mueren miles de seres, así como otros, que pasan por esta dura prueba se quedan sin nada perdiéndolos todo, requiriendo ser ayudados por quiénes saben lo que representa esta desgracia.
Pero también desde un punto de vista micro, la familia, amistades, conocidos, muchas veces la ayuda es requerida. Es cuando nuestra línea de servicio debe aflorar, aportando la colaboración necesaria para que los que requieran salgan adelante.
Es lamentable y muchas veces cuesta comprender como personas que pueden colaborar, prestar la ayuda, se niegan, simplemente no les interesa, olvidándose que en esta trayectoria de vida todo es posible, probablemente cuando menos se espera, les puede suceder a ello. Desafortunadamente, es una realidad que también en el día a día nos encontramos con estas situaciones. Interesante al respecto es determinar el por qué de ello. A fin de no ahondar mucho, simplemente es una ausencia de evolución espiritual, de mantenerse  prisioneros  con algunos  males  tales, como el rencor, el odio, la venganza, ira, el simplemente hecho de no importarle nada lo que le sucede a un semejante, ignorarlo.
 Interesante es la realidad actual en este planeta Tierra, en donde constantemente se dan catástrofes que afectan a millones de seres, hechos  que tienen una razón de ser y que es motivo de otro escrito,  que al manifestarse y afectar al ser humano le da vida a que surja la ayuda humanitaria que como muy bien nos lo recuerda la enciclopedia Wikipedia ,es una forma de solidaridad o cooperación, generalmente destinada a las poblaciones pobres, o a las que han sufrido una crisis humanitaria, como la provocada por una catástrofe natural o una guerra. Debe seguir los Principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad, humanidad e independencia operacional.
Esta forma de ayuda responde a las necesidades básicas o de urgencia: hambre, hambruna, salud, reconstrucción de las infraestructuras tras un siniestro, educación, protección de la infancia y poblaciones desfavorecidas, construcción o saneamiento de las redes de agua, construcción de las redes de comunicación, etc. Normalmente se distingue la ayuda humanitaria de urgencia de la cooperación para el desarrollo en función del contexto y las necesidades de cada país.
Esta ayuda puede ser económica o material: donación de materiales y equipamientos de primera necesidad, envío de profesionales que intervienen directamente en el lugar, llamados cooperantes.
No cabe la menor duda como lo señala suite101.net , tener presente, que la perspectiva humana es, por lo tanto, una perspectiva que responde a un punto de vista de las necesidades básicas humanas. Cubrir aquellas necesidades que las personas puedan tener. Sin embargo, esta perspectiva olvida el modo de funcionar que tiene el mundo, el modo de relacionarse que tienen los países y los intereses que tiene cada país.
Es evidente que una vida humana va por encima de estos factores, pero nunca se deben perder de vista cuando hay una guerra o un desastre natural que tiene lugar en alguna parte del mundo.
Considérese además,  como lo  comenta mundubat.org.,  que  la ayuda humanitaria está adoptando, cada vez más, principios y enfoques que se acercan más a las teorías de desarrollo, por lo que la secuencia temporal que planteaba lo que en su día se definió como continuum humanitario (emergencia-rehabilitación-cooperación al desarrollo-preparación ante desastres), ya no es suficiente para afrontar las emergencias complejas. Se trata, por tanto, de combinar en cada momento diferentes formas de intervención dentro de un marco integrado y, priorizando en función de los niveles de vulnerabilidad existentes.
 En definitiva,  el diario vivir nos pone a pruebas en cuando que  tanto hemos cultivado la ayuda, son oportunidades que se nos presentan a fin de determinar que tanto hemos evolucionado, cuánto realmente nos hemos identificado con nuestra línea de servicio y que tan solidario somos en los momentos que más requieren de colaboración semejantes que como nosotros estamos de paso por esta dimensión. No descuide la oportunidad de prestar ayuda cuando lo requieran.

















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